Alejandro Domínguez, Presidente de la CONMEBOL
Está en Asunción y en cuarentena. Alejandro Domínguez comparte con el cronista los lugares comunes de estos días de aislamiento por el coronavirus, por videoconferencia. “Volví con la familia de Estados Unidos y me autoimpuse el aislamiento antes de que lo ordenara el gobierno”, dice el presidente de la Conmebol. Se ríe, y hace reír, de la barba crecida y la vestimenta de entrecasa, aspectos compartidos al otro lado de la pantalla. Y luego, a las cosas.
-No puedo escapar a la obviedad. ¿Cuáles son las fechas tentativas que maneja la Conmebol para que vuelva la competencia?
-Estamos monitoreando cómo evoluciona la situación en los 10 países. Las competencias no pueden retornar en tanto haya medidas sanitarias que impidan el transporte y la circulación de equipos primero y de público después. Volveremos cuando los 10 países puedan garantizar esa circulación para jugar Libertadores y la Sudamericana.
-Pero deben tener una fecha estimativa, al menos evaluarlas.
-Es que no sabemos cómo se comportará el virus en cada país. Por lo que sabemos el pico se dará a mediados de abril y luego debería ir bajando. Una alternativa es jugar los partidos sin público. Siendo muy optimistas... pero muy optimistas... pensamos en mayo. Y si no un poco más adelante. Pero lo que quiero dejar en claro es que no hay apuro. Lo más importante es que cuando volvamos, estemos todos.
-¿Cuál es el daño económico por la suspensión de las Copas?
-No tengo un número cierto. Hasta ahora los contratos se siguen cumpliendo con quienes tienen los derechos televisivos y los patrocinadores. Estamos viendo alternativas para terminar las competiciones antes de diciembre y que nadie sufra pérdidas.
-¿Recibieron reclamos de los patrocinadores o las federaciones?
-Ninguno. Ya dije, los patrocinadores cumplen sus contratos y entienden la situación. Y la semana pasada adelantamos 65 millones de dólares a los clubes que es el 60% de lo que debe transferir a los clubes en la fase de grupos. Eso es porque gestionamos correctamente la comercialización y luego lo administramos correctamente.
-Quizá la dificultad económica aparezca la próxima temporada. ¿Prevén esa situación?
-Somos optimistas. Nuestros contratos son hasta 2022. Aquí la clave es trabajar juntos, a nadie le sirve que a uno le vaya bien y al otro mal por eso trabajamos juntos con los tenedores de los derechos y los patrocinadores.
-Usted criticó muy duro a Gianni Infantino. ¿Por qué?
-Bueno, simplemente porque me sentí sorprendido. Es legítimo que el presidente de la FIFA tenga ideas sobre el fútbol... más vale... lo que sí es que esos cambios de los que habla deben darse de forma institucional. Hay un Consejo Ejecutivo de la FIFA y hay un Buró que integran los presidentes de las 6 Confederaciones. Los cambios deben discutirse, aprobarse o rechazarse en esos ámbitos. Entonces, en este momento crítico que vive el mundo, no solo el fútbol, hablar de cambios no es correcto. En ese momento hay que ser solidarios con la humanidad, no pensar en la política. Es inoportuno que un líder hable de política cuando hay que trabajar con la solidaridad y con los hechos. Me sorprende que el presidente de la FIFA diga “vamos a dar un paso atrás”. Yo daría un paso atrás si me equivoqué pero no veo que el fútbol se haya equivocado. Uno ve la Champions, una competencia organizada y respetada. O la Libertadores, que dio un salto cualitativo enorme, o el reconocimiento por el Mundial de Rusia o el Mundial femenino de Francia que batió récords de presencias y audiencias... Entonces me cuesta entender cómo alguien habla de dar un paso atrás.
-¿A qué cree que se refirió Infantino con esa frase?
-Para ser justos, no tengo idea qué quiso decir. Para mi, insisto, uno da un paso atrás cuando se equivocó. Y no veo que el fútbol se haya equivocado en nada, al contrario. El fútbol ha dado pasos hacia adelante, sobre todo el femenino.
-¿Por qué cree que lo dijo?
-No lo sé, sinceramente. Habría que preguntárselo a Infantino.
-Hablaba de reformar torneos y de la economía del fútbol.
-Muy bien, en su momento y donde corresponde.
-¿Habló con él?
-Un día antes de sus declaraciones hubo una reunión del Buró de Confederaciones y de este tema ni se habló. Por eso me sorprendió. Está bien que tenga sus ideas pero no se puede ser oportunista. Ahora hay que ser solidario, estar al lado del fútbol y de la gente.
-Esa solidaridad se ve en Sudamérica donde muchos clubes ofrecieron sus instalaciones para instalar hospitales. ¿Alcanza o cree que hay que dar un paso más?
-Si hay un paso más, habrá que darlo. Aplaudo todos los gestos de los clubes y las Federaciones porque de esto nos tenemos que salvar todos juntos. Si hay algo para hacer desde el fútbol, se hará sin dudarlo.
-La AFA se está reformulando. ¿Cómo está su relación ahora?
-Hubo algún episodio, algún roce de esos que suceden en el fútbol porque todos queremos ganar. Pero tengo una excelente relación con Chiqui (Tapia), soy su amigo personal y tengo otros amigos en el fútbol argentino.
-¿Se puede ser amigo y defender intereses distintos?
- Yo siempre lo dejé muy claro. Soy amigo de Chiqui como de otros dirigentes de Sudamérica pero desde la Conmebol pero toca proteger los derechos de todos.Y eso está por encima de todo. Los 10 presidentes pelean por sus asociaciones y yo estoy para lograr el equilibrio, que cada uno tenga sus respuestas, sin perjudicar los otros.
El avance del fútbol femenino
-La Conmebol le dio un gran impulso al fútbol femenino. ¿Cuándo cree que estará en igualdad de competir con los países más fuertes?
-Somos una potencia dormida que va a desarrollarse. Hay que darle las condiciones al fútbol femenino. Nuestra meta es que Sudamérica sea tan líder como lo es en el fútbol masculino.
-El fútbol es machista en una sociedad machista, ¿cómo piensan luchar contra eso?
-Antes que nada debo decir que no se tolerará ningún tipo de discriminación ni abusos. Buscamos la integración, hoy hay un 50% de mujeres en distintos ámbitos de la organización y la práctica. Pero sucede que hay hombres que todavía creen que tienen derechos superiores a las mujeres.Sorprende y es una vergüenza. Tenemos cursos de capacitación con las 10 asociaciones, para educar y que se entienda que hay situaciones que no se tolerarán. (CLARÍN)