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Ante hechos de violencia
Los gobiernos autónomos departamentales y municipales deberán asumir seis medidas concretas
El Ministerio de Justicia y Transparencia Institucional, en el marco de la declaratoria de Emergencia Sanitaria Nacional y Cuarentena Total para evitar la propagación y el contagio del Covid-19, instruyó que la protección y el resguardo de las mujeres y la niñez en situación de vulnerabilidad por hechos de violencia es prioridad del Estado boliviano.
El viceministro de Igualdad de Oportunidades, Alex Ríos, instó a los gobiernos autónomos departamentales (GAD) y a los gobiernos autónomos municipales (GAM), en el marco de sus competencias y atribuciones establecidas en la Constitución Política del Estado y las leyes conexas, a realizar “acciones concretas y urgentes que garanticen la atención y protección oportuna e inmediata de esta población vulnerable, para lo cual deberán disponer y garantizar el personal, los bienes y servicios que se requieran” dijo.
La autoridad detalló las medidas que deben ser asumidas:
Los Servicios Legales Integrales Municipales (SLIM) y defensorías de la Niñez y Adolescencia (DNA) deben establecer mecanismos inmediatos para prestar servicios durante este periodo, asegurando que el personal asignado de turno cuente con los insumos de bioseguridad necesarios, con la identificación (credenciales), los permisos correspondientes y los medios para desplazarse (vehículos oficiales) que le permitan brindar atención oportuna y urgente durante la emergencia sanitaria.
Los servidores públicos de los SLIMs, DNAs y otros servicios de atención no pueden ser designados para cumplir otras tareas adicionales y/o de resguardo de los municipios o comunidades, descuidando la prioridad de sus funciones en la atención a mujeres y niñez en situación de vulnerabilidad. Asimismo, se debe garantizar la estabilidad laboral del personal durante la gestión.
Las casas de acogida y refugios temporales a su cargo deben encontrarse en funcionamiento permanente y en condiciones óptimas para resguardar la dignidad, integridad física y psicológica y, en casos extremos, hasta la vida de mujeres que se encuentren en situación de violencia, así como de sus hijas e hijos, debiendo propiciar el ingreso de las mismas en cualquier horario, previendo la aplicación del protocolo correspondiente para evitar contagios.
