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Hoy se cumplen 26 años de su muerte

Senna, cómo se inició la leyenda



Este 1 de mayo se cumplen 26 años del accidente fatal de Ayrton Senna en Imola, Italia, pero que era sede del Gran Premio de San Marino. Son imborrables las imágenes de su Williams y su impacto de lleno contra el muro en la curva Tamburello. Antes de ser tricampeón de Fórmula 1 y convertirse en el mejor piloto del mundo, el brasileño hizo un camino en categorías promocionales en Inglaterra. Cuando terminó su etapa del karting preparó su llegada a los monopostos. En las islas corrió y fue campeón de la Fórmula Ford (FF) 1.600 en 1981, Fórmula Ford 2.000 en 1982 y en la Fórmula 3 Británica en 1983. En las dos primeras divisionales hubo un par de argentinos que corrieron contra él, Enrique Mansilla y Víctor Rosso, quienes forjaron una relación dentro y fuera de la pista. Infobae habló con ellos para recordar sus experiencias.

En sus primeros tiempos el brasileño usaba el apellido paterno y se lo conocía como “Ayrton da Silva”. “Yo arranqué en 1980 en la Fórmula Ford y él venía del karting, pero aprendió rapidísimo a ser una sombra. En la segunda o tercera carrera estábamos a los autazos. Nos transformábamos. En una competencia en Mallory Park en 1981, nos tocamos y vino a increparme a las puteadas. Él me hablaba en portugués y yo en español. En el medio del nerviosismo no se entendía nada… Llegó a tomarme del cuello y cuando le quise responder, nos separaron Sergio Rinland (ingeniero argentino) y Enrique Benamo (piloto argentino). El Flaco era bravo”, recuerda Mansilla.

“Era súper talentoso, eso es indudable, pero tenía mucha más experiencia porque yo no hice karting, donde él había aprendido muchas mañas. Por ejemplo, con la parte delantera de su auto me golpeaba el caño por donde pasaba el agua y se me recalentaba el motor. O si uno iba detrás suyo te frenaba para romperte la trompa. Todo bien, el tema quedaba en la pista. Era muy divertido correr con Ayrton”, admite Quique (62 años).

“Tenía una mentalidad muy fuerte y también mucho espíritu de lucha. Su estilo de manejo era avanzado y con la habilidad de manejar con una mano. Para él no había ningún piloto en la tierra que pudiera manejar mejor. Y con piso mojado no había con qué darle. Es más, aprendí a manejar bajo la lluvia gracias a él. Aunque puedo decir que le gané a Senna, al menos, en algunas carreras”, agrega el ex piloto de Lanús, quien hoy es uno de los organizadores de la Porsche GT3 Cup Argentina.

“Tenía mucha personalidad, aunque nuestra relación era muy buena una vez terminada la carrera (risas). Él era muy callado e introvertido. No se mezclaba con nadie, salvo si te agarraba confianza como pasó conmigo. Vivíamos en el mismo barrio y hasta salíamos juntos con nuestras parejas”, confiesa.

“Luego de aquella época casi que perdimos el contacto, pero mantuvimos nuestros números telefónicos. Me llamó para mi cumpleaños en 1994 (tres meses antes de su muerte), cuando el tipo era ya el mejor de la F-1. Como él sabía que yo había dejado de correr por un tiempo y me fui a buscar oro a África, me dijo ‘cómo estás Cocodrilo Dundee’. Al menos por teléfono nos volvimos a reír, como en los viejos tiempos, pero abajo del auto”, concluye Mansilla.

Lejos de los contratos millonarios que Senna tuvo en su época en McLaren o en su breve paso por Williams, los inicios de la década del ochenta fueron tiempos de siembra. Se ganó un lugar gracias a su talento y resultados. Ya era muy respetado. Aunque por temas económicos jugó sus últimas cartas para mantenerse en Europa. No le sobró un centavo y a fines de 1981, a pesar de su consagración en la FF 1.600, analizó volver a Brasil a trabajar en la empresa familiar a cargo de su padre. Su futuro deportivo estuvo en duda…

Pero antes de regresar a su país recibió la propuesta de Dennis Rushen, dueño de la Rushen Green Racing, un respetado equipo de FF 2.000 (la categoría superior para los que se destacaban en FF). Le ofreció para 1982 un auto a 10.000 libras esterlinas por toda la temporada. El brasileño, que en ese momento tenía 22 años, aceptó, con mucho esfuerzo logró reunir el presupuesto y volvió a Inglaterra para competir. Allí se encontró con Rosso. (TEXTO Y FOTOS: INFOBAE)

 
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