Coronavirus en Afganistán
Un tercio de la población afgana, entre ellos 7,3 millones de niños, sufrirán carencias alimentarias en mayo por la actual pandemia de coronavirus, que ha provocado un alza en el precio de los alimentos y complicado el mantenimiento del empleo en ciertos sectores, ha alertado el viernes Save the Children.
El precio del trigo y el aceite ha aumentado en abril hasta un 23 por ciento en los principales mercados, mientras que el arroz, el azúcar y legumbres han aumentado entre un 7 y un 12 por ciento, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Ya antes de la emergencia sanitaria, se estimaba que más de 5,2 millones de niños necesitaban algún tipo de asistencia humanitaria, mientras que estudios recientes advertían de que unos 2 millones sufrirían este año desnutrición en su grado más grave.
Save the Children teme una "tormenta perfecta de hambre, enfermedad y muerte" en Afganistán "si el mundo no toma medidas para asegurar que los niños vulnerables y sus familias tienen suficiente para comer, especialmente en zonas remotas y en áreas urbanas pobres".
Así lo ha advertido el director de la ONG en Afganistán, Timothy Bishop, quien ha recordado que la "incertidumbre" que rodea a la pandemia "significa que muchas familias luchan para poner un plato de comida en la mesa" sin tener claro cuándo terminará la emergencia.
Preocupa especialmente la situación de los niños, que "corren más peligro de caer enfermos" si no adquieren los nutrientes necesarios. "En casos extremos, la falta de comida puede incluso afectar al desarrollo físico y mental del niño, con consecuencias devastadoras para el resto de sus vidas", ha lamentado Bishop.
SIN CLASES NI TRABAJO
Mustafa, de trece años, vive en la región de Sari Pul, en el norte de Afganistán, junto a su madre y cuatro hermanos. En condiciones normales, va a la escuela y trabaja en una tienda local, pero la llegada de la pandemia le ha dejado sin clases y sin empleo.
"No tenemos nada de comida en casa. De tres comidas al día hemos bajado a dos y a veces solo una", cuenta este niño, cuya madre tampoco encuentra ahora a quién vender las alfombras que fabrica. "Solo puede hacernos té con pan seco", cuenta a Save the Children, que ayuda a la familia.
Como en el caso de Mustafa, "para muchos afganos el mayor impacto de la pandemia no será el propio virus, sino el hambre causada por las medidas de cierre y el bloqueo de las rutas de suministro", ha añadido el responsable local de las ONG. Bishop ha subrayado que "hay un riesgo muy real de que haya niños muriendo de hambre".(EUROPA PRESS)
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