El reciente post de Hugo Siles en Facebook sobre la historia de la minería de Potosí me permitió precisar algunas puntos a un comentarista desinformado, a tiempo de recordar un trabajo de investigación que realicé hace algunas décadas y que tengo la intención de republicar muy pronto.
En principio, el economista Siles, citando el libro "Historia General de Chile" de Alfredo Jocelun-Holt Letelier, sostiene que: "Durante los 160 años entre 1503 y 1660 algo así como 16.000.000 kilogramos de plata llegaron a Sevilla" (p. 161: 2004), agregando que, según esa fuente de información, “fue ‘lo suficiente’ como para triplicar los recursos existentes de Europa”.
Luego, ante un comentario sin fundamento al respecto en sentido de que esos datos eran equivocados, pues podrían incluir la plata de México, y que “América nunca fue extremadamente importante para la economía europea”, ya que “menos del 12% del presupuesto de Carlos V llegaba de América”, pretendiendo dejar sentado que hay mucho mito en torno a Potosí puesto que “la plata potosina fue importante pero no tanto”, me vi obligado a aclarar las cosas de la siguiente manera:
“Antes de hablar de mitos, sería bueno ubicarse en el tiempo. Para empezar, Carlos V vivió entre 1500 y 1558. Y, para concluir, en 1650 la ciudad de Potosí alcanzó su mayor apogeo debido precisamente a uno de los momentos históricos de producción de plata en el Cerro Rico. Por tanto, el dato presupuestario de Carlos V es irrelevante y para entender la verdadera importancia de Potosí, habría que extender el análisis hasta al menos 1750”.
Como el comentarista no pudo resistir la tentación de seguir hundiéndose en su desubicación temporal, por decir lo menos, respondió:
“El boom de La Plata de Potosí termina en 1630... Potosí era un enclave fantástico considerando la altura y lo yermo, pero no fue lo que siempre se cuenta. Acepto que el dato de Carlos V es poco relevante, aunque éste tuvo menos problemas que su hijo”.
Sin embargo, mi replica no se dejó esperar:
“La historia de Potosí no se escribió ayer. Es el resultado del esfuerzo de una serie de historiadores de primer nivel entre los que Lewis Hanke ocupa un lugar preponderante. En el sumario y la página 19 de una de sus obras más importantes se ratifican todas mis observaciones”.
En esta entrega me doy a la tarea de desarrollar un poco más tales argumentaciones. Lo hago, en primer lugar, refiriéndome al máximo apogeo de Potosí en 1650. Veamos lo que dice Hanke al respecto:
“En 1650 la población había alcanzado – según se sabe – a 160.000 y Potosí era incomparablemente la ciudad más grande de Sudamérica. En un momento en que Virginia y la Colonia de la Bahía de Massachussetts eran pequeñas colonias, inseguras de su próxima cosecha, Potosí había producido tales cantidades de plata que su nombre se había convertido en un símbolo tan común de riqueza incalculable que Don Quijote lo citó a Sancho Panza, Vale un Potosí, lo expresaron los españoles”.
A continuación, paso a revisar la información proporcionada por el prestigioso historiador estadounidense en relación con la producción de plata potosina. Ésta se puede extrapolar de los datos oficiales y certificados (de quintos y décimos) de la corona española elaborados por Lamberto Sierra, Tesorero de Potosí, según los cuales, entre el primero de enero de 1556 y el 31 de diciembre de 1783, el reino de España recibió de la Villa Imperial de Carlos V 151.722.647 pesos, mientras que los mineros obtuvieron 820.513.893 pesos. Ahora bien, si sumamos ambas cantidades, encontramos que la plata potosina en términos de moneda acuñada alcanzó la cifra de 972.236.540 pesos. La pregunta que sigue es ¿qué significa esto en términos de toneladas de plata?
Para esto, recurro al estudio de John Jay Te Paske, Herbert S. Klein y Kendall W. Brown, donde se establece que en el período 1525-1728 el peso de ocho o peso ensayado español contenía 25.562 gramos finos de plata; bajó a 24.908 gramos, desde 1728 hasta 1772, y se redujo a 24.433 gramos, entre 1772 y 1786. Por tanto, sacando un promedio de las tres medidas de valor y realizando la conversión correspondiente, podemos estimar que entre 1556 y 1783, Potosí envió a España alrededor de 24.274 toneladas finas de plata.
En el cierre de este breve artículo, solo quisiera decir que esta cifra es consistente con el dato sugerido por el historiador chileno citado por Hugo Siles y denota también el hecho comprobado por otros autores de que a partir de 1700 la producción de plata de Potosí inició un proceso lento de descenso que continuaría hasta la última parte del Siglo XIX, dejando, sin embargo, algunas preguntas en el aire, tales como por ejemplo, ¿cuánto representaría esta producción, en términos de poder adquisitivo de las monedas españolas en ese tiempo y en el momento actual?, ¿cuánta plata no fue registrada por la evasión impositiva imperante en ese período colonial?, ¿cuánta plata se perdió en el camino a manos de piratas ingleses o por efecto del naufragio de los buques que la transportaban? y ¿se podría haber construido realmente con toda esa plata un puente entre Potosí y España? Tengo pensado referirme a cada una de estas cuestiones en contribuciones posteriores.
El autor es Economista.
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