Uno de los científicos que buscaba sintetizar o producir ADN en la década de los 80 era el estadounidense Kary Mullis, un químico de la empresa biotecnológica Cetus Corporation, en California.
Fue Mullis quien desarrolló una técnica para amplificar o copiar millones de veces una secuencia específica de ADN, la llamada PCR o reacción en cadena de la polimerasa, que utilizan los actuales tests para detectar el covid-19.
Kary Mullis llegaría a recibir el Premio Nobel de Química en 1993 “por su invención del método PCR”, pero la técnica tardó varios años en ser adoptada en forma generalizada.
Y ello se debió en parte a que Mullis “era un extraño para la comunidad científica. Él era un químico que trabajaba en una empresa, mientras que los científicos que trabajaban en secuenciar ADN eran biólogos moleculares en instituciones de prestigio como el MIT, el Instituto de Tecnología de Massachusetts”, afirmó García-Sancho, quien entrevistó personalmente a Mullis.
CALENTAR EL ADN
El método desarrollado por Mullis requiere calentar y enfriar la muestra de ADN en ciclos relativamente rápidos. El calentamiento separa las hebras de la doble hélice de ADN.
Y luego la temperatura se baja cuando una enzima, la ADN polimerasa, copia o replica cada hebra por separado.
Cuando se obtienen de esta forma copias nuevas, comienza un nuevo ciclo en el que las copias son calentadas otra vez para separar las hebras, repitiendo así el proceso una y otra vez.
Cada etapa produce más copias de ADN, y la actividad de la enzima se controla a través de la temperatura, en un proceso que puede llevar más de 30 ciclos.
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