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Empleados públicos del MAS, ¿ejército golpista?

Silvia Edely Ríos Alí

En la población hay diversas hipótesis, opiniones, interpretaciones sobre 14 años del gobierno de Evo Morales. Para gobernar ese tiempo estructuró su aparato estratégico con un gran ejército de más de 400 mil empleados públicos, “juraron levantando la mano izquierda y colocando la otra en el pecho” por lealtad al MAS. Estos empleados están en ministerios, gobernaciones, municipios, Corte Suprema, cortes departamentales, juzgados de Bolivia.

Morales demostraba su poderío (cantidad) con empleados públicos en grandes concentraciones y desfiles en diferentes puntos del país. Funcionarios viajaban al exterior con Morales en nombre de la “diplomacia de los pueblos”. A este ejército de empleados beneficiaba con “doble aguinaldo” de lealtad.

Manejó la justicia a su favor, miembros del Poder Judicial antes fueron elegidos por el MAS y después los hicieron elegir por el pueblo (elecciones judiciales).

A sus opositores los acusaron de terrorismo (caso Hotel Las Américas), los encarcelaron. Con estas estrategias Evo Morales gobernó por 14 años, sus opositores le decían dictador y luego su caída fue estrepitosa. Ahora Evo Morales tendría ambiciones de volver al poder. A estas ambiciones se acercan los hechos:

Desde Argentina, Evo Morales da órdenes a sus militantes sobre las actividades políticas en Bolivia. Afirma que estaría en contacto con militares patriotas bolivianos.

Ley sediciosa y conspirativa

Para proteger a casi medio millón de empleados públicos del MAS y no sean despedidos de la administración pública, presentan de manera camuflada, sediciosa y conspirativa la “Ley que coadyuva a regular la emergencia por el Covid-19” (Ley 595/2019-2020), que aprueban con sus tercios (rodillo del MAS) en Asamblea Legislativa. Y enviarían a policías y militares a la justicia ordinaria, si impidieran romper la cuarentena.

El coronavirus llegó primero a Chile y después a Bolivia. En Chile bolivianos viven desde hace años, con viviendas propias y empleos, hijos chilenos y no retornarían a Bolivia.

Después el Gobierno boliviano declara emergencia sanitaria (cuarentena) con “cierre de fronteras”. Y aparecen centenares de bolivianos en la frontera chilena boliviana para retornar a Bolivia, con violencia quitan armas a militares bolivianos, desafiando leyes. Según autoridades de migración boliviana, estos violentos eran militantes del MAS, pagados cada uno con 300 Bs, para ingresar a Bolivia.

Los cocaleros creen que el Chapare es una republiqueta, expulsan con violencia a policías y desobedecen cuarentena.

El ministro Arturo Murillo denuncia que habría sido amenazado de muerte. Y habría armas guardadas por civiles.

El candidato masista Luis Arce Catacota dice que se debe dar bonos de dos mil bolivianos a cada boliviano, pero cuando él era Ministro de Evo quería dar solo 100 Bs para ir al mercado y llenar canasta familiar.

Estos y otros hechos parecieran dirigidos a un golpe de Estado. Para este cometido el MAS contaría con el poder del ejército de empleados públicos (algunos ya sabrían fabricar bombas caseras en ministerios), que tendrían la misión de denunciar algún mínimo error del gobierno de Jeanine Áñez. Desestabilizando ejecutarían golpe de Estado, luego asumiría la presidencia Eva Copa. Con mayoría de asambleístas del MAS convocarían a otras elecciones. En las próximas elecciones Evo Morales sería candidato del MAS, ganaría y nuevamente sería presidente del Estado Plurinacional. Y para publicitarse tendría cientos de radios y TV comunitarias funcionando.

Se materializaría esta hipótesis de golpe de Estado porque en el gobierno de Jeanine Áñez muchos de los empleados de la administración pública son del MAS. Es un error, pues por estrategia debió cambiarlos por profesionales comprometidos con su Patria. En gobiernos anteriores cambiaban a empleados públicos para gobernar.

¿La “Ley que coadyuva a regular la emergencia por el Covid-19” a los empleados públicos del MAS los convertiría en ejército golpista? Bolivia necesita democracia plena, con ciudadanos demócratas.

 
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