Prioridad es preservar la vida y no promover la violencia

La prioridad absoluta es preservar la vida de todo ciudadano ante la pandemia y no dar oportunidad a las acciones de violencia y discriminación registradas contra personal sanitario encargado de cuidar a los afectados, señaló en su homilía el arzobispo de Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti.

En este tiempo de pandemia –dijo– hacen falta hombres y mujeres que se unan para poner sus mejores talentos y vencer este mal; “debemos mirar al futuro con esperanza y no con intereses políticos o económicos, muchos se aprovechan de la pandemia sin considerar el sufrimiento y la muerte de tantos hermanos”.

El Arzobispo de Santa Cruz, también pidió a la población apoyar a todos los trabajadores en salud que asisten a los enfermos y reconocer su labor sacrificada; “que cesen de una vez por todas las actitudes irracionales, discriminatorias y violentas en su contra”, dijo.

Asimismo, por el Día del Trabajo, expresó su aprecio a los trabajadores que con su vocación contribuyen a la obra creadora de Dios. Envió sus mejores deseos para el sector y les alentó a no dejarse llevar por el desánimo y la frustración. “Es oportuno confiar en la ayuda del buen pastor, que nos llama a trabajar todos por el bien común de nuestro país”, indicó.

Por su parte, el obispo auxiliar de la Diócesis de El Alto monseñor Giovani Arana, desde la Basílica Menor de San Francisco de la ciudad de La Paz, lamentó y denunció las actitudes de algunos políticos, con graves muestras de egoísmo y ansias de llegar al poder, olvidando la crisis por la que atraviesa Bolivia por la pandemia.

“Hechos recientes en nuestro país nos han demostrado, el momento crítico que vive el país, cargado de desinformación, manipulación, mentiras, violencia, actos que repudiamos y esperamos que no se vuelvan a repetir”, precisó; también hizo un llamado a los ciudadanos a enfrentar esta situación con fe, esperanza y solidaridad con las personas más vulnerables.