Muy lentamente la maquinaria vuelve a ponerse en funcionamiento en el fútbol europeo. Mientras que en Alemania ya hay fecha estipulada para que la pelota ruede nuevamente, el Barcelona movilizó a su plantilla para que sea sometida a exámenes para determinar si algún elemento fue contagiado de coronavirus. Los resultados fueron satisfactorios: no hubo casos positivos.
Después de casi dos meses de trabajos de forma particular, Lionel Messi encabezó la serie de estudios que incluyeron muestras de sangre y un electrocardiograma además de la prueba del COVID-19 en las instalaciones culés, según lo informado por RAC 1. Lo siguieron sus compañeros, cuerpo técnico, cuerpo médico y otros auxiliares implicados.
La única excepción fue la de Ousmane Dembélé, quien no se presentó para someterse al test debido a una lesión que arrastra desde febrero. El regreso del francés a la entidad catalana se postergará unos días más.
De esta manera el Barcelona se prepara para reabrir las puertas del Ciutat Esportiva Joan Gamper de Sant Joan Despí mañana en la mañana española, anuncio que se haría oficial hoy mismo. Vale la pena mencionar que Miguel Carretero (inspector de La Liga) había recorrido el predio de entrenamiento días atrás y responsables del club le habían detallado los procedimientos para retomar la actividad bajo su tutela. (Infobae)