¿Volver a la normalidad? No

Como empresarios cuidamos la salud y la vida de los bolivianos, pero también debemos cuidar la economía. Los empresarios deben volver a trabajar si no queremos que la situación económica de las empresas se complique y tengamos más desocupación. Cumplimos 50 días de cuarentena y debemos tener una reactivación inteligente de la economía, una reapertura del empleo acompañada de un retorno seguro al trabajo y un cuidado de la biodiversidad. Estamos ante la formación de un nuevo orden económico y social mundial.

Esta crisis sanitaria puede ser una oportunidad para hacer cambios sustanciales en digitalización y economía 4.0. Coincidiendo con un director de IBM, podemos señalar que la pandemia fue “una llamada de atención” para muchas empresas.

La crisis generada por el coronavirus pasará. Para que ello suceda en el menor tiempo posible y sin mucho sobresalto, debemos ayudar todos.

La cuarentena dispuesta por las autoridades gubernamentales se flexibiliza paulatinamente, pero esto no significa que volvamos a la normalidad, por lo menos no a la normalidad que conocíamos hasta principios de este año.

Cambiarán paradigmas, cambiarán usos y costumbres, cambiarán las formas de trabajo, formas de transporte y las formas de ocio y de convivencia, y cambiarán muchas otras cosas más. Y para seguir adelante debemos estar preparados para los cambios, promoviéndolos y asumiéndolos.

Desde la Cámara Nacional de Comercio (CNC) haremos todos los esfuerzos posibles para participar de estos cambios, en algunos casos promoviéndolos y en otros ayudando a nuestros afiliados a asimilar las innovaciones. Tenemos, por delante, la ardua tarea de capacitar y actualizar a los empresarios, disponer de programas y aplicaciones informáticas que necesiten y acompañarlos en el proceso de adaptación.

Algunos de los cambios que pongamos en práctica vendrán de la adaptación que hagamos de lo que están aplicando los que ya salieron de la crisis, como Corea del Sur o Islandia; otros serán creación de los bolivianos, que con su innovación ayudarán a muchas empresas nacionales.

Entre las tareas prioritarias que tendremos estarán las relacionadas con la reconstrucción de las cadenas de suministro. Esta crisis sanitaria visibilizó algunas falencias que tenían nuestras empresas que, olvidando la recomendación de la abuela, que decía “nunca pongas todos los huevos en una sola cesta”, tenían como proveedor a una sola empresa o empresas de un solo país.

En la tarea de adaptarse a la nueva realidad, la CNC buscará la activa participación de los gobiernos: nacional, departamentales y locales. En el mes pasado Japón anunció un plan para ayudar a las empresas a cambiar su producción de regreso a casa.

Solo de manera enunciativa, éstos serían algunos de los muchos cambios que tendremos que llevar adelante en nuestra “nueva normalidad”:

- China y Europa están habilitando la llamada “Six Feet Office” (la oficina de dos metros), acomodando los escritorios a dos metros uno del otro.

- Hacer algo parecido con los pupitres de los estudiantes. Algunos podrán optar por clases a distancia. Esto nos lleva a pensar que las clases tradicionales tardarán en volver.

- También están disponiendo que los trabajadores caminen “solo en una dirección”, en sentido de las manecillas del reloj, para evitar pasar uno al lado del otro. A esta idea añadiríamos que, en las calles, una acera sea para ir y la otra para volver.

- Además de pensar en el horario continuo, se debe analizar el ingreso a trabajo en horario diferido y así evitar las famosas “horas pico”.

- El distanciamiento entre pasajeros será necesario en los aviones, buses y otros medios de transporte. En esta línea, el teleférico ya dispuso llevar solo 4 pasajeros por cabina.

- Las oficinas deberán tener mayor precaución, instalando filtros en el aire acondicionado, identificación del personal con reconocimiento facial, evitando lectura de huellas dactilares.

- Colocar protectores de plexiglás en los escritorios.

- Fomentar el trabajo en el hogar, para reducir la presencia de empleados en las oficinas y fábricas. En estos días de coronavirus, el programa de mensajería y videoconferencia subió a 75 millones de usuarios diarios, un aumento de 70% frente al mes pasado.

- Repensar el concepto de "velocidad”, crucial para la actividad comercial.

- Considerar las necesidades de las personas que se quedan más tiempo en casa y verlos como potenciales nuevos consumidores

- Matrimonios y misas por internet.

- Buscar una recuperación de la economía que sea más sostenible, que fomente la energía renovable, dejando de lado los combustibles fósiles.

- Reinventar la cadena de suministros global, considerando capacidades como flexibilidad, recuperación y nuevas formas de envío.

William Ma, director de Kerry Logistics, una empresa con sede en Hong Kong que ayuda a las empresas de todo el mundo a administrar sus cadenas de suministro, fue claro al afirmar: “Las cosas que solíamos dar por sentado ya no existen”. Antes, las empresas planeaban interrupciones de “días”, ahora están viendo “semanas”.

Los cambios surgidos de nuestras propias necesidades o los que adaptemos para hacer negocios y relacionarnos con compradores y proveedores no serán temporales. Por eso, debemos hacer bien las cosas y así garantizar un mejor futuro.

El autor es Economista, empresario y ahora Presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Ph.D., miembro de la Academia Boliviana de Ciencias Económicas.