Caso respiradores
Tras que se dio a conocer el flujo de llamadas entre el exdirector jurídico del Ministerio de Salud, Fernando Valenzuela, con exautoridades del gobierno de Evo Morales, además del hermano de la exministra Gabriela Montaño, el diputado Tomás Monasterio certificó que en esta triangulación había en juego una coima de más de un millón de dólares para dividirse entre cuatro personas.
El legislador manifestó que las cuatro personas que se beneficiarían son Fernando Valenzuela, actualmente con detención preventiva, el expresidente Evo Morales, refugiado en Argentina, Luis Fernando Humerez, empresario intermediario en la adquisición de los 170 ventiladores y el abogado Walter Zuleta, quien defendió a la exnovia de Morales, Gabriela Zapata.
“Hubo un plan digitado en la cúpula masista, un plan conspirativo que buscaba un golpe de Estado, usando el argumento de la comprar irregular de respiradores para alentar una revuelta popular y generar escenarios de confrontación”, sostuvo Monasterio al indicar que sólo Morales sostuvo 50 llamadas con la persona que formó parte de la compra y adquisición de los respiradores.
El diputado, que denunció que los bolivianos han vivido meses de terrorismo ocasionados por el MAS, lamentó la actitud del Ministerio Público al que calificó de cómplice y obsecuente con este partido político.
“El Fiscal General pidió reserva del caso para evitar que la investigación salga a la luz y así no se pueda saber la participación de Evo Morales que metió su mano corrupta en esta compra”, sostuvo.