Para nadie es secreto que el terrorismo pretende siempre tener razón y apela a cualquier sistema para lograr sus objetivos y así ha conseguido que la mayor parte de la humanidad se vea impelida a cumplir sus mandatos ilegales y contrarios a los derechos humanos y a las leyes vigentes en todos los países. Hace pocos días, un caudillo político, a través de sus aliados incondicionales, como son los componentes del masismo, se ha permitido exigir que el gobierno convoque a elecciones para septiembre sin escuchar argumento alguno a favor de la salud del pueblo que está empeñado en su lucha contra el coronavirus que siega vidas en todo el mundo.
Ha sostenido, ante la posición del gobierno de velar previamente por la salud del pueblo, que ellos exigen que se lleven a cabo las elecciones y si ello no ocurre, “determinarán” que se realicen “por las buenas o por las malas”, o sea que no hay vuelta que dar, sino cumplir. El gobierno, consciente y responsable por la salud de la población, sostiene que antes del proceso electoral está la salud del pueblo y en ello se empeñará; luego de superado el problema, se encargará del proceso electoral. Fue clara y terminante la respuesta y acorde con lo que la colectividad nacional quiere, inclusive frente a la posición de algunos partidos políticos que querrían, de todos modos, se proceda a las elecciones.
Innegablemente, el mayor interesado en las elecciones es el MAS que busca su retorno al poder, pese al rechazo categórico y terminante del pueblo que en reiteradas oportunidades le negó su apoyo, con excepción de algunos cuadros fanatizados por su caudillo y que por recibir dineros, son capaces de toda exigencia. La conciencia ciudadana es clara en relación con el caso y solo se pregunta: ¿Por qué el terrorismo asentado en el masismo exige lo que rechaza el pueblo? ¿Por qué demuestra importarle nada o muy poco la lucha contra el Covid-19 que cobra tantas víctimas? Para la colectividad lo importante es que el gobierno se dedique a proveer a hospitales de medicinas, vituallas, equipos e instrumentos de trabajo; que cree más ítems para médicos y enfermeras; que trate de que se especialice a más profesionales de la medicina para combatir más contundentemente al virus. Le interesa que haya elecciones, pero luego de superar el drama que ocasiona el Covid-19, no antes.
Ni por las buenas ni por las malas el gobierno puede hacer caso a las incitativas y amenazas del masismo, que aliado con el terrorismo trata de imponer lo que no le corresponde y en lo que no tiene derecho alguno y ante la posición adoptada, seguramente llevará a cabo hechos delictivos en contra del país. Ello no será extraño para el pueblo, pero lo convencerá, una vez más, de cuánto son capaces quienes buscan retornar a un poder que han manejado arbitrariamente durante l4 años, en los que se despilfarró un dinero que podía servir para construir hospitales y equiparlos debidamente.
De momento, el pueblo está convencido de cuánto apela el masismo a la mentira y al engaño al sostener que ellos, los masistas, “han construido l.700 hospitales en el país en su gestión”, cuando la realidad demuestra que nada hicieron y lo que sostienen es una vulgar mentira y si hay siquiera un ejemplo de haber construido hospitales, que lo demuestren con uno solo y lo pongan a disposición de tanto enfermo que lo necesita.
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