Gobierno anuncia
> Recursos y apoyo financiera a empresas es vital, pero a nivel mundial se presentan algunas situaciones que podrían poner en riesgo nuevamente la economía mundial
El anuncio de inyectar 30.000 millones de bolivianos, la aprobación de créditos externos y la reducción del encaje legal, apunta a aumentar liquidez al mercado interno para generar empleo y reactivar la economía nacional a través del impulso a las empresas y a la innovación, de acuerdo con la información brindada por las autoridades nacionales.
Según el Gobierno, los recursos disminuyeron significativamente en los últimos meses, situación que se venía desde finales de 2019 por la convulsión social protagonizada por seguidores del expresidente Evo Morales.
Los organismos internacionales han reaccionado a la necesidad de los países de la región así como del mundo para facilitar el crédito para combatir la pandemia y la reactivación de la economía.
Bolivia accedió a un crédito de 327 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI), pero sigue congelado por decisión de la asamblea legislativa, en su mayoría parlamentarios del MAS.
Las autoridades nacionales indicaron que la Asamblea tiene en sus manos aprobar más de 1.000 millones de dólares en créditos externos, cuyos recursos serán destinados a la lucha contra la pandemia, gasto público, inversiones y para los programas de reactivación.
La semana pasada, el Gobierno lanzó un plan de Reactivación de la Economía y el Empleo, que según las autoridades, se pretende inyectar 30.000 millones de bolivianos, pero los mismos están supeditados en parte a la aprobación de los créditos externos que están en la asamblea legislativa.
Parte de esos recursos tienen destino créditos al sector empresarial y también a capital semilla, y de esta manera inyectar liquidez a la economía a través del financiamiento.
Apoyo empresarial
y burocracia
Los gobiernos deberán agilizar los recursos destinados a la reactivación de las empresas, que si bien fluyen de manera directa para las grandes, se hace cuesta arriba para las pequeñas, que impiden un acceso al financiamiento por la burocracia implementada, reflexionaron economistas que participaron en la charla en línea ¿Se reducirán las clases medias latinoamericanas con el Covid-19?, organizado por la CAF, banco de desarrollo, a través de la página web de la entidad internacional.
En el evento participaron Marcela Meléndez, economista jefe del programa de Naciones Unidas para América Latina y el Caribe; Christian Daude, director de investigaciones económicas de CAF; y Hugo Ñopo, investigador principal de Grade. PhD en economía- Northwestern University.
Meléndez expresó su preocupación por el sector empresarial, que requerirá apoyo a través de créditos, aunque reconoció que no será sencillo, al indicar que el financiamiento no fluye como se debería a las empresas en todos sus niveles, sino se inclina más a las grandes.
Por ello, dijo que será importante el rol que desempeñen los gobiernos en otorgar subsidios directos, es decir transferencias directas, en especial a las microsempresas, ya que a estas no fluye con facilidad.
Además puso de manifiesto que las empresas, en la actual coyuntura tienen miedo a endeudarse, es por ello que se debe trabajar coordinadamente entre todos para reconvertir a estas para que operen en la actual pandemia.
Falta de recursoS
Por su parte, Ñopo recordó la sugerencia de la Comisión económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que planteó una renta básica por un período de tres meses para que la población vulnerable pueda soportar los confinamientos, pero dijo que no alcanzan los recursos por los niveles de tributación que se presentan.
Sería deseable pero no alcanzan, apuntó y agregó que para financiar la propuesta se deberían hacer cambios en la manera de recaudación, pero la actual situación no lo permite, ya que más que solución podría ser un problema.
Lamentó que los Estados sean amantes de la burocracia, se prioriza el procedimiento antes que el fin, y cuando exista menos burocracia será mejor.
A su vez, Daude coincidió con Ñopo, al indicar que un programa amplio de transferencias representa un costo alto, debido a que la tributación es baja, por ejemplo en los países andinos.
Por ello pensar en programas para apoyar a la gente son difíciles de implementar por los bajos recursos que posee, e implementar cambios para aumentar la recaudación vía impuestos es inviable en los países de la región.
ENCAJE LEGAL,
MAYOR LIQUIDEZ
Por su parte, Guillermo Aponte Reyes Ortiz, presidente a.i. del Banco Central de Bolivia (BCB), la semana pasada, informó a la opinión pública las medidas que asumirá el Ente Emisor para la reactivación del aparato productivo, con el fin de preservar la vida y salud de las familias, que fueron impactadas por el Covid-19.
“El Directorio del BCB ha decidido apoyar la reactivación del aparato productivo mediante la política monetaria. Para este efecto, ha decido reducir la tasa de encaje legal para incrementar la liquidez en el sistema de intermediación financiera que debe ser destinada a líneas de crédito exclusivas, en condiciones concesionales, para incentivar el consumo de bienes y servicios de producción nacional, en el marco del Capítulo VII del Programa Nacional de Reactivación del Empleo”, afirmó Aponte.
El Poder Ejecutivo mediante Decreto Supremo aprobó el Programa Nacional de Reactivación del Empleo con un conjunto de medidas adoptadas para enfrentar los efectos negativos del Covid-19, priorizando los sectores de la economía que requieren mayor inversión pública y fomentando el consumo de bienes y servicios nacionales, medidas a las que se suma el Ente Emisor.
Recordemos que el 25 de marzo de 2020, el BCB compró a las AFP Bonos del TGN por la suma de 3.476 millones de bolivianos con el compromiso de depositar esos recursos en el sistema de Intermediación financiera para que los clientes puedan acceder a créditos destinados a la inversión con el fin de dinamizar la economía y mantener el empleo. Asimismo, preservar la cadena de pago durante la cuarentena.
Por otra parte, el nuevo libro del Banco Interamericano de Desarrollo (BID): Cómo acelerar el crecimiento económico y fortalecer la clase media en América Latina, analiza la importancia de un entorno que promueva la innovación y la productividad empresarial para impulsar el crecimiento.
“Los países deben incorporarse a la Cuarta Revolución Industrial, utilizando las nuevas tecnologías digitales en los procesos productivos y desarrollando nuevos modelos de negocio y contrataciones y definiendo las competencias para elevar la calidad de las prácticas laborales y gerenciales”, sugiere parte del documento.
CONDICIONES FINANCIERAS
Las condiciones financieras se han distendido, pero las insolvencias son un riesgo predominante, según Tobias Adrian, consejero financiero y director de Asuntos Monetarios y Mercados Financieros del Fondo Monetario International (FMI), y Fabio Natalucci, subdirector del Departamento de Mercados Monetarios y de Capital del Fondo Monetario Internacional (FMI).
En medio de la tragedia humana y la recesión económica desencadenadas por la pandemia de Covid-19, el reciente resurgimiento del apetito por el riesgo en los mercados financieros ha llamado la atención de los analistas.
Tras sufrir bruscas caídas en febrero y marzo, los mercados de acciones han repuntado, en algunos casos prácticamente a los niveles observados en enero, mientras que los diferenciales de crédito se han reducido notablemente, incluso para las inversiones de mayor riesgo.
Esto ha creado una aparente desconexión entre los mercados financieros y las perspectivas económicas. Al parecer, los inversionistas están apostando a que el apoyo prolongado de los bancos centrales dará pie a una recuperación rápida, si bien los datos económicos apuntan a una desaceleración más profunda delo previsto, como se señala en la Actualización de las perspectivas de la economía mundial de junio de 2020.
Fuerzas divergentes
En la más reciente Actualización del Informe sobre la estabilidad financiera mundial, analizamos esa divergencia entre la economía real y los mercados financieros, y los riesgos conexos, dicen los autores del artículo.
“Hay mucha incertidumbre acerca de las perspectivas económicas y los inversionistas son muy sensibles a la evolución de la Covid-19, y por eso la pandemia está dejando al descubierto vulnerabilidades financieras preexistentes”, señalan.
Los niveles de deuda están en aumento, y las posibles pérdidas crediticias derivadas de insolvencias podrían poner a prueba la resiliencia de los bancos en algunos países. Las economías de mercados emergentes y preemergentes se enfrentan a riesgos de refinanciación, y los países con calificaciones crediticias más bajas han empezado a recobrar el acceso a los mercados solo lentamente, apuntan ambos autores en su blog del FMI..