El magisterio y la educación virtual

La agitación social del magisterio nacional siempre ha sido un factor convulsivo en la vida del país, en los gobiernos de toda índole política. Es un sector de fácil movilización por las bajas remuneraciones asignadas, lo cual es explotado a gusto por las dirigencias extremistas, salvo contados interregnos. El magisterio paceño está tradicionalmente dirigido por el trotskismo, a la extrema de raíz comunista.

Este último martes su marcha estuvo aliada a la de la COB, pese a las críticas de los docentes que le enrostran filiación masista. En la marcha también participaron los padres de familia de El Alto, sector de constante movilización por todo y por nada. Respecto al magisterio rural, puede decirse que sus manifestaciones políticas no son ninguna novedad y cómo no iba a estar presente en la indicada marcha cobista.

Las filas del magisterio pidieron la renuncia del ministro de Educación Víctor Hugo Cárdenas, la abolición del Decreto Supremo 4.260 que introdujo la educación virtual y a distancia. Su pedido es a favor de la educación presencial. Añade que el campo no tiene acceso a internet ni a las redes sociales y que la citada disposición lo excluye de la educación. Asegura, al mismo tiempo, la tendencia “privatizadora” de la educación por el ministro.

Según Víctor Hugo Cárdenas la reunión con maestros y padres de familia fue positiva, que encontró comprensión, declarándose un cuarto intermedio mientras se consulte sus propuestas a las bases docentes. Ninguno de los asistentes objetó la promoción automática de todos los alumnos de los tres ciclos, punto que debería ser neurálgico por involucrar una laguna en la enseñanza, de ninguna manera favorable al aprovechamiento escolar debido.

Como siempre llegamos atrasados a la educación virtual para improvisarla en la hora de la pandemia. Como están las cosas, los alumnos están más aventajados que los maestros --por supuesto no de todos-- en el dominio de la tecnología digital. Como todo saber, éste requiere de un aprendizaje previo y modernizante que debería ser preocupación de las autoridades del ramo de los últimos años. En verdad que el abordaje a las computadoras y a los celulares no tiene el alcance necesario en el área rural y los medios alternativos sugeridos tampoco colaboran al nuevo patrón educativo o tardan deliberadamente.

Para vencer estas dificultades parcialmente, pero en buena medida, se debería dotar al estudiantado de discos compactos necesarios, contenidos de las materias y lecciones respectivas y también de cartillas impresas, este instrumento de mano solicitado por el magisterio. Asimismo, es oportuna la distribución de las computadoras y celulares nacionales abarrotados en la empresa deficitaria fabricante, así sea a fin de que sirvan como material de ensayo.