Armando Aquino Huerta
Ante las elecciones generales del 6 de septiembre próximo, es necesario tener una idea –siquiera-- de lo que piensan los políticos candidatos para la Presidencia, senadores y diputados de Bolivia que administrarán el Estado si ganan las elecciones, aunque ello no será fácil por estar dividido el electorado, sin preferencias claras para alguno, situación que seguramente hace pensar y repensar en cada paso a dar, acto a realizar y frases a pronunciar para captar la mayor cantidad de votos posible; panorama que permite esbozar --entre otras-- las consideraciones siguientes:
1.- Seguramente piensan ganar las elecciones, y como buenos demócratas, hacer uso de todos los medios legales para difundir sus programas de gobierno, planes y proyectos por todos los modos posibles, aunque las campañas virtuales se hacen más viables teniendo presente que en plena cuarentena marchan las elecciones. Realidad que --no cabe duda-- obliga a los políticos candidatos a elucubrar ideas de toda naturaleza, porque en esa clase de campañas no es aconsejable utilizar palabras injuriosas, difamatorias, calumniosas, llenas de desprecio y odio, porque puede originar votos en contra y a favor del oponente, solo por el efecto de dichas palabras que hacen reaccionar pensando en la moral, el bien, el mal, el honor y la dignidad de las personas.
2.- No cabe duda que piensan ser los salvadores de la Patria, porque de dichas elecciones depende el futuro de Bolivia, la derrota de los enemigos de la Patria y de los dictadores; empero para ello es necesario poner en práctica el sentido común --aunque es el menos común de los sentidos-- y unirse pensando una Bolivia unida y grande, despojándose de intereses personales y de grupo. La unión hace la fuerza, dice el refrán y los pasajes de la historia de la humanidad.
3.- Las posiciones teóricas y doctrinarias de socialistas, capitalistas, izquierdistas, derechistas, demócratas, dictadores, republicanos, liberales, neoliberales, nacionalistas, anarquistas, populistas y otros, de aquí hasta el día de las elecciones serán intrascendentes, porque ello era útil para adoptar una de dichas corrientes políticas; ahora lo que los políticos quieren es conquistar y convencer al electorado para captar la mayor cantidad de votos posibles y ganar las elecciones. Consiguientemente, será necesario actuar estratégicamente, con tino, ser convincente y mesurado para persuadir y convencer al electorado y obtener su voto, peor aún si los hechos de corrupción denunciados por doquier, el pueblo considera que forman parte de la desinformación y la guerra sucia, y ya no cree en los que denuncian y les da el beneficio de la duda a los denunciados, ni qué decir si hasta el presente no hay corruptos sentenciados.
4.- Los políticos candidatos generalmente piensan que son los mejores --por amor propio--, porque sus correligionarios alimentan su ego a medida que se acerca el día de las elecciones --por alguna razón será--, y consideran que todo lo demás estorba y no merece tomar en cuenta, pecando de triunfalistas y soberbios. Resultando así que durante la campaña electoral no se tendría que utilizar ni pronunciar palabras como: corrupto, ladrón, enemigo, traidor, delincuente y otras, que podrían hacer perder votos y desviar votos para cualquier otro candidato; es decir que los políticos deben pensar en cuáles palabras y frases utilizar para captar el voto incluso de los oponentes y, por supuesto, de los indecisos; también deberían pensar qué tono de voz utilizar con el lenguaje corporal y los ademanes adecuados, lo cual no demanda develar misterios sino pensar y actuar prudente y elocuentemente.
5.- Una campaña electoral bien pensada y bien escrita, podría ser ineficiente; si los políticos candidatos pronuncian las palabras con rabia, ira, bronca y desprecio, peor aún si se acoplan los vocablos maleante, delincuente, ignorante, corrupto, vende patria, levanta manos y otras; porque podría ser respondida con la pérdida de votos por considerarse despectivas y hasta discriminatorias --aunque no fuera esa la intención--, que afectan al honor y la dignidad de las personas; situación que también tiene relación con las frases o slogans a utilizar durante la campaña.
6.- Para que piensen mejor los políticos candidatos y descarten perder, sería bueno repasar la Historia Política de Bolivia pasando por el coloniaje, la república y el actual Estado Plurinacional; la Evolución Político-institucional en Bolivia entre 1975 a 2005, publicado en Estudios Constitucionales del Dr. José Antonio Rivera S.; comprender el objetivismo, el idealismo y el concepto de la verdad de Juan Hessen referido en su “Teoría del Conocimiento”, y “Mi lucha” de Adolf Hitler; porque en Política no hay secretos, pero “nunca digas a tu mejor amigo lo que no quieres que sepa tu peor enemigo”.
Y así, se podría concluir que los políticos candidatos deben pensar seriamente en los efectos y consecuencias de sus actos y uso de palabras y frases, para evitar resultados negativos; ni qué decir teniendo presente el porcentaje de votos indecisos, que al parecer definirán quién será el ganador de las próximas elecciones.
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