Venezuela encabeza la lista de países que más créditos recibieron de China, con más de 67.000 millones de dólares, seguido de Brasil con más de 28.000 millones, Ecuador con más de 18.000 millones, Argentina con más de 16.000 millones y Bolivia con más de 2.000 millones, y según los especialistas los préstamos oficiales siempre tienen detrás un elemento estratégico y ayudan a China a ganar influencia política, según un artículo de Cristina J. Orgaz de BBC News Mundo.
Si bien los datos que presenta el artículo de BBC News Mundo del 2019, muestra que Bolivia le debe a China 2.500 millones de dólares, ubicándose en el quinto lugar de los países más endeudados de la región, pero el informe del Banco Central de Bolivia, sobre el estado de la deuda externa, señala que el monto alcanza a 1.045 millones al
31 de mayo, y todavía falta pro desembolsar 874,3 millones.
La diferencia se podría explicar con el artículo de Cecilia Barría de BBC News Mundo, titulada: Los créditos ocultos de China a los países en desarrollo y su creciente poder como el “gran prestamista” del mundo.
En ese contexto, Christoph Trebesch, economista del Kiel Institute for the World Economy en Alemania le diced a BBC Mundo que la mitad del dinero que China le presta a los países en desarrollo corresponde a créditos ocultos.
Esa fue una de las conclusiones de la investigación hecha por Trebesch junto a Carmen Reinhart y Sebastian Horn al analizar las características de 5.000 préstamos entregados por China a 152 países entre 1949 y 2017.
Esos créditos ocultos -que tienen esa denominación porque no fueron informados a ninguno de los organismos internacionales- son préstamos realizados por distintas entidades chinas cuyo rastro no es nada fácil de seguir.
El estudio estima que el monto total de estos préstamos ocultos se ha incrementado sustancialmente en las últimas dos décadas y es superior a los 200.000 millones de dólares. Esta cifra incluye el valor acumulado de las deudas aún vigentes.
Enfatiza que aunque el grueso de los préstamos directos se ha canalizado a través de dos grandes instituciones controladas por el Estado chino -China Development Bank y Exim Bank of China- también existen muchos otros mecanismos indirectos a través de los cuales el país exporta capital crediticio.
Con datos de 2018, el estudio indica que el resto del mundo (incluidos los países desarrollados) le debe a China más de 5 billones de dólares, una cifra equivalente al 6% del PIB mundial. Hace 20 años, esa deuda solo llegaba al 1% del Producto Interno Bruto (PIB).
Si bien la mayor parte de los países que tienen una mayor deuda con China son africanos, el artículo de Barría indica que dentro de este club de los más endeudados con el gigante asiático, están Venezuela, Ecuador y Bolivia.
Compromisos
Los compromisos financieros totales de los cinco países de Latinoamérica que más deuda han contraído con las entidades públicas chinas ascienden a más de 133.000 millones de dólares, señala Orgaz.
“Para ponerlo en perspectiva: es una cifra que supera al PIB de Ecuador. Casi la mitad de esa cantidad corresponde a Venezuela, que con 67.200 millones de dólares se sitúa a la cabeza de los países más endeudados con China”, señala la nota.
"Presta dinero porque lo tiene. En julio de 2016, contaba con las mayores reservas de divisas del mundo: $us 3,21 billones", explica en un artículo el periodista Daniel Méndez, quien investigó a fondo el asunto y plasmó sus conclusiones en el libro "136: el plan de China en América Latina".
Distintos objetivos
En América Latina, los especialistas explican que los objetivos geopolíticos de Pekín pasan por asegurarse el suministro de recursos y materias primas además de desarrollar nuevos mercados para sus propias mercancías.
Un ejemplo de esto son las inversiones en el sector de las infraestructuras destinadas a mejorar el comercio en las vías del océano Pacífico, lo que abarataría costes para las empresas chinas.
"Ciertamente este flujo de dinero [hacia Latinoamérica] forma parte de la estrategia de internacionalización de China y de expandir su huella en el comercio global, las finanzas o incluso militarmente", explica a BBC Mundo Christoph Trebesch, analista del centro de investigación Kiel Institute for the World Economy, con sede en Alemania.