Conversatorio de IBCE
> La importación de medicamentos alcanza a alrededor del 80 %, mientras que la producción local el resto del porcentaje, pero en la actual coyuntura se disparó la compra de materias primas así como de fármacos
El contrabando de medicamentos provoca pérdidas de 15 millones de dólares por evasión impositiva y el empleo formal en el país, el aumento del precio de los fármacos obedece a contratos esporádicos de los importadores y a una producción menor en comparación con la importación, según se observa del conservatorio titulado: “Logística de Importación de Medicamentos en Tiempos de Covid-19”, organizado por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
En el evento participaron dos expertos en la materia y explicaron la problemática desde un enfoque internacional, David Ramírez, con más de 15 años de experiencia en Ecuador y Bolivia, y el economista Jaime Gonzales, especialista en la distribución de productos farmacéuticos y cosméticos en Bolivia,
Gonzales considera que siempre se estuvo luchando contra el mercado negro de medicamentos, pero ahora daña aún más a las personas afectadas por el Covid-19, ya que no están legalmente establecidos, son importadores ocasionales, que no tienen la logística de la cadena de frío.
“Las personas que traen medicamentos deben estar registradas en el Ministerio de Salud, la Agencia Estatal de Medicamentos y Tecnologías de Salud (Agemed) y el Servicio Departamental de Salud (Sedes), como importadores, y demostrar las condiciones necesarias para el almacenamiento de medicamentos, y ningún importador eventual puede realizar una inversión como las farmacias y distribuidores establecidos lo han hecho por años”, afirmó Gonzales.
AUMENTO DE PRECIOS
Mientras tanto, Martínez en su introducción dijo que los organismos internacionales proyectan una contracción de la economía de -9,4 % y la región caerá -6 % de su Producto Interno Bruto (PIB), así como la pérdida de empleos, que solo en Ecuador se estima medio millón de puestos de trabajo.
Con respecto al aumento de los precios de los medicamentos, Martínez informó que en Ecuador los precios de logística y distribución se mantuvieron porque las empresas de transporte tienen contratos anuales y los costos no son variables, pero en el caso de Bolivia, los contratos son esporádicos, firman por flete, lo que da lugar a una informalidad e incertidumbre en los costos.
Entre tanto, Gonzales sostiene que Bolivia tiene una cultura de consumo de medicamentos fraccionado, que provoca una reacción nociva a los fármacos, y la mayoría de la gente no termina su tratamiento con la adquisición de una caja de la receta, es por ello que el país es considerado un mercado pequeño en comparación a las naciones de la región.
“El país vende muchísimo menos de lo que vende Uruguay, que tiene 5 veces menos población, ya que la cultura de consumo de medicamentos que tenemos es fraccionada, compramos por comprimido y se debería comprar la caja que es todo el tratamiento”, dijo.
Pero también informó que el contrabando de medicamentos genera pérdidas impositivas de 15 millones de dólares y provoca la pérdida de empleos formales, y el consumo de medicamentos, que no tienen registro sanitario, provoca un daño económico significativo.
Lamentó la demanda indiscriminada de medicamentos, que obedece a la automedicación debido a las propuestas de tratamientos en las redes sociales. Explicó que del 100 % de los fármacos adquiridos, 80 % son comprados por personas con síntomas leves, 15 % con alguna complicación y 5 % que requieren internación.
En síntesis, lamentó que el 80 % de personas que adquieren los medicamentos, no lo necesitan y sólo buscan automedicarse.
Gonzales informó que la producción boliviana de medicamentos es baja en comparación de la demanda que existe a causa de la pandemia, “en una situación normal, 70 % de los productos ofertados en farmacias son importados”.
Dijo que la importación de medicamentos aumentó a nivel regional y en Bolivia no es la excepción, pero también las industrias nacionales tienen dificultades, al igual que sus similares de las naciones vecinas, en adquirir materia prima para la elaboración de fármacos.
“La pandemia es un evento catalogado como un cisne negro, es decir un acontecimiento sin precedentes, que genera un impacto en la economía y se traduce también con el desabastecimiento de insumos y medicamentos nunca antes visto, hecho imprevisto para todo el planeta. Las fábricas internacionales no estaban preparadas para satisfacer la demanda de estos insumos”, explicó Ramírez.
A ese hecho, se suman los países que han prohibido la exportación de cierto tipo de fármacos y medicamentos que producen ellos mismos, con el fin de no dejar desabastecido su mercado interno, como por ejemplo Estados Unidos, que dispuso que por la pandemia, el 90 % de la producción de fármacos, se queden en su territorio.
Intermediarios
Asimismo, el experto explicó que la nueva normalidad hizo surgir intermediarios en la cadena de suministros. “Es un juego en el que aumentan los jugadores, pero no son necesarios, a eso llamamos exceso de intermediarios, que hicieron que suban los precios en medicamentos y no tanto así la logística, con excepción de las importaciones que se realizaron en vuelos chárter”, complementó.
Por su parte, Gonzales dijo que a pesar de que el mercado es pequeño, Bolivia no deja de ser atractivo, así lo demuestra la presencia de fabricantes de medicamentos de todo el mundo, que están presentes en el país y determinan su inversión por el grado de seguridad jurídica que ofrece.
Trabajo coordinado
público-privado
Por su parte, María Esther Peña, gerente a.i. del IBCE, instó a “realizar campañas de concienciación ciudadana sobre el riesgo que puede ocasionar a la salud, en esta temporada de pandemia, comprar medicamentos no garantizados, adulterados o falsificados.
“Proponemos un trabajo coordinado y proactivo con las autoridades públicas y la industria farmacéutica boliviana, así como con los importadores y comercializadores de medicamentos legalmente establecidos, a fin de sumar fuerzas para enfrentar dicho flagelo, que es el contrabando”, añadió.
La pandemia sorprendió al mundo, nadie lo esperaba, por ello existe mucha demanda y el comercio informal de medicamentos se está aprovechando, no es un tema menor, merece una solución propositiva, unidos lograremos frenar este mal, dijo.