Que no resurjan complejos y odios

Al iniciar funciones un nuevo gobierno, se nota en la población el anhelo de que no resurjan complejos ni odios porque tan sólo a días de la transmisión de mando, no faltan grupos que propalan imaginarias intenciones gubernamentales – que es de esperar no tengan ninguna veracidad – de tomar represalias contra quienes hayan estado en contra del régimen del señor Evo Morales y también que sean dispares con el nuevo presidente que es del mismo partido político. Son comentarios y versiones anónimas difíciles de creer pero que igualmente preocupan a muchos sectores de la población, que siempre está pendiente de que terminen los complejos, los odios y las intenciones de desatar venganzas por parte de quienes querrían, de todos modos, sembrar sufrimientos en la población con miras a crear descontentos para enardecer a exaltados contrarios a la tranquilidad.

Sumamente peligroso sería un resurgimiento de complejos y odios que, por años, se ha creado en algunos sectores que han buscado “resarcir al pueblo” de hechos consumados durante la Colonia y en los primeros años de la República. Igualmente se busca represalias contra ex gobernantes y sus colaboradores o en contra de personas que no concuerden ni apoyen al nuevo régimen: en fin, hay siembra de dichos y suposiciones que, es de esperar, no tengan ningún asidero de veracidad.

Se hace innecesario repetir lo ocurrido en los años transcurridos desde el proceso revolucionario de l952; el Presidente y su equipo de colaboradores seguramente tiene los debidos conocimientos de todo lo pasado y ello mismo, da antecedentes y recomendaciones para no repetir nada de lo ocurrido, de lo que ha lastimado, herido y hasta causado infinidad de desgracias a miles de compatriotas. Esos conocimientos y experiencias muestran también la urgencia y necesidad de conservar la serenidad, evitar los enfrentamientos, desestimar todo lo que signifique retomar odios y rencores que solamente causarían daño a toda la colectividad y, por supuesto, crearían estados de preocupación y problemas al gobierno que, según expresiones del Presidente, gobernará en ámbitos de concordia, paz y trabajo constructivo con todos los estamentos de ciudadanos del país. serán, pues, los colaboradores del señor Arce los encargados de mantener climas acordes con la paz y armonía que se requiere para emprender labores de reconstrucción de la economía y vencer a la pobreza, a más de hacerlo contra la pandemia que amenaza a todos los estratos de la nación.

La colectividad es consciente de que el gobierno, por su propia tranquilidad, impartirá políticas y conductas para evitar extremos, para sancionar a quienes expandan rumores y comentarios contrarios al bien común. El pueblo, con seguridad, actuará bajo lineamientos de su formación en virtudes y evitará cualquier extremo porque sus propias experiencias y sufrimientos le muestran cuán importante son la unidad, la paz y la armonía entre todos los bolivianos; tiene conciencia, además, de que solamente en ámbitos de paz y concordia es posible un trabajo constructivo y hacer frente a la pandemia y a las condiciones de pobreza que lastiman seriamente a buena parte del pueblo.