Raúl Alberto Quispe Catacora
Los docentes pasaron por momentos incómodos, hasta desagradables, al sufrir por encierro en sus domicilios debido a la emergencia sanitaria en esta gestión 2020; sin posibilidad alguna de pasar, como era costumbre en los años anteriores, clases presenciales con los estudiantes. Situación anómala y hasta traumatizante que soporta el mundo como consecuencia de la expansión rápida de la pandemia Covid-19. Esta coyuntura de crisis sanitaria comenzó en marzo; las autoridades ejecutivas del Estado entonces adoptaron medidas preventivas como suspender clases presenciales, para refugiar a los estudiantes en sus casas, sin ofrecer lineamientos básicos para que continúen con el avance de contenidos curriculares y procesos de aprendizaje.
En los primeros meses de la pandemia, autoridades del Ministerio de Educación, Deportes y Cultura anunciaron un “Plan de Contingencia Educativa”, que se esfumó sin resultado, por falta de consensos con el magisterio organizado y padres de familia. Documento que era clave para salvar de alguna forma el avance de contenidos y procesos de aprendizaje de los estudiantes del Subsistema de Educación Regular (Inicial, Primaria y Secundaria). Los dirigentes sindicales del magisterio rural y urbano estuvieron enfrentados con el Ministro de Educación, en reuniones infructíferas que terminaban en esperas y rompimiento de diálogo, hasta ocasionar la clausura del año escolar.
Esta realidad educativa impone a los actores de la educación: maestros, padres de familia, estudiantes, dirigentes sindicales, organizaciones sociales, iglesia católica y evangélica, medios de comunicación y sociedad civil organizada, la necesidad de organizar un “Congreso Nacional de Educación”, para debatir públicamente problemas educativos que están atravesando las comunidades educativas en esta coyuntura de la pandemia sanitaria. Para este efecto hay argumentos y respaldo legal en la Ley 070 de la Educación “Avelino Siñani - Elizardo Pérez”, Art. 92, inciso a), que concluye: “El Congreso Plurinacional de Educación es la instancia máxima de participación de todos los sectores de la sociedad, para la formulación y definición de lineamientos de la política plurinacional de educación. Será convocada por el Ministerio de Educación cada cinco años”.
El Congreso Nacional de Educación puede orientar y formular lineamientos generales para la revisión de las bases, fines y objetivos de la educación; plantear un nuevo diseño del currículo escolar con planes y programas de estudio científicos, apartados de subjetivismos culturales; establecer una nueva distribución de la carga horaria por nivel, áreas y especialidades en el Subsistema de Educación Regular y Alternativa y Especial; definir la continuidad o no de las dimensiones educativas del ser, saber, hacer y decidir; determinar aceptación o rechazo de la metodología de trabajo docente como práctica, teoría, producción y valoración; enfatizar pautas necesarias para la formación y cualificación constante del personal docente; plantear políticas públicas de equipamiento tecnológico (Internet) en todo el sistema educativo; orientar soluciones para problemas de contingencia sanitaria, sistema de evaluación, etc.
El trabajo de discusión - debate es arduo y acumulado en el ámbito educativo; y solo lograr consensos colectivos en un Congreso Nacional de Educación permitirá al Sistema de Educación Plurinacional salir del rezago educativo en el que ha caído con este problema de la pandemia sanitaria y medidas desatinadas que tomaron las autoridades de educación, atentando contra lo dispuesto en la CPE, Art. 17: “Toda persona tiene derecho a recibir educación en todos los niveles de manera universal, productiva, gratuita, integral e intercultural, sin discriminación”.
Evitemos empezar el año académico 2021 con los problemas de siempre, como la falta de planificación y emisión oportuna de la primera resolución ministerial, calendario escolar, nivelación de conocimientos, medidas de bioseguridad, condiciones de trabajo, etc. Necesitamos una nueva educación de calidad, transformadora y tecnificada para todos, que debe ser motivo de discusión en un Congreso Nacional de Educación.
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